DESCRIPCIÓN DEL CUADRO SINÓPTICO: “LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO”
Dentro de este cuadro sinóptico se encuentran los siete saberes necesarios para la educación del futuro, los cuales son fundamentales para que la educación del futuro trate en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción alguna, ni rechazo, ya que son saberes los cuales no se les toma la suficiente valoración dentro del ámbito educativo y también social. En la llave principal se ubica el título del cuadro “los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, este engloba dentro de ella a los mismos.
Primeramente se encuentra la llave de “las cegueras del conocimiento: El error y la ilusión”, de este se desprende una llave que nos dice que el conocimiento del mismo conocimiento es fundamental para afrontar los riesgos del error y la ilusión, así mismo se hace énfasis en que la educación se mantiene ciega a lo que es el conocimiento humano y sus tendencias al error y la ilusión. Argumenta que todo conocimiento implica caer en el error o la ilusión, por lo que la educación está comprometida a tratar dichas situaciones problemáticas, además existen distintos tipos de errores, el primero es el de percepción el cual puede llegar a nuestro sentido más fiable, la vista. El intelectual se presenta en forma de palabra, idea o teoría, que al ser reconstruido, traducido o modificado por el cerebro puede caer en el riesgo del error. La proyección de nuestros deseos o de nuestros miedos, las perturbaciones mentales que aportan nuestras emociones multiplican los riesgos de error.
Cómo segunda llave, debajo del primer saber se encuentran los principios de un conocimiento pertinente, este desglosa otra llave que nos dice que en la actualidad para la educación todo conocimiento está fragmentado, por lo que esto impide vincular y relacionar las partes en una totalidad, para eso es indispensable comenzar desde un enfoque global y después comenzar a separar. Es necesario enseñar métodos que permitan relacionar mutuamente entre las partes y el todo de un conocimiento. Este también enfrenta a la complejidad, es decir la inseparabilidad de elementos diferentes que constituyen un todo, en el que existe un lazo dependiente entre el conocimiento, el objeto y su contexto. La educación debe promover una inteligencia general la cual pueda referirse, de manera multidimensional, a lo complejo y su contexto en una concepción global.
Como tercer llave ubicada debajo del segundo saber se encuentra el enseñar la condición humana, que a su vez de ella se desprende una llave con las principales características, nos dice que el ser humano es un ente a la vez físico, biológico, psíquico, social e histórico, es por eso que éste no se ve como una unidad compleja, ya que está completamente desintegrado en el ámbito educativo a través de las disciplinas, lo que imposibilita aprender lo que significa globalmente “ser humano”. A partir de las disciplinas actuales, es posible reconocer la unidad y la complejidad humana reuniendo u organizando conocimientos dispersos en las mismas. Así mismo argumenta que la educación del futuro debe estar centralizada en la condición humana, para evitar un agravamiento de la ignorancia del todo, mientras que hay una progresión del conocimiento de las partes.
Como cuarta llave, debajo del tercer saber se ubica el de enseñar la identidad terrenal. A su derecha se aparecen las ideas principales que dicen que el destino planetario y el género humano, además de la creación de los continentes es un tema fundamental, pero ignorado por la educación, la identidad terrenal será cada vez más indispensable para cada uno de los seres humanos, así mismo es de suma importancia tratar en asignaturas como geografía. Esto es necesario para que se comprenda que a pesar de ser divididos en continentes, país o estados, pertenecemos a una misma comunidad y unión. Gracias a estos saberes el mundo se vuelve cada vez más un todo.
El enfrentar las incertidumbres es el quinto saber, el cual nos argumenta que dentro de la educación debe comprenderse la enseñanza de las incertidumbres, es decir, de aquellos pronósticos o perspectivas que nos formamos en la mente acerca de un tema. Para esto es necesario enseñar estrategias que permitan afrontar lo inesperado e incierto que desarrolla la incertidumbre. Es necesario aprender acerca de las incertidumbres mediante la certeza, de que es mejor esperar lo inesperado que lo esperado. Además de la educación, el pensamiento, entonces también, debe encaminarse para afrontar la incertidumbre. Todo aquello que implica oportunidad implica riesgo y el pensamiento debe diferenciar las oportunidades de los riesgos, así como los riesgos de las oportunidades.
Como sexta llave se encuentra la enseñanza de la comprensión, esta misma desglosa una a la derecha la cual permite identificar a la comprensión ausente de la educación, nos dice que esta es vital para las relaciones humanas, así mismo se debe estudiar su antónimo por igual, para identificar el porqué de dichas situaciones problemáticas, entre los principales actos de incomprensión se ubica la xenofobia, el racismo, la intolerancia, etc. Esta se convierte en una tarea para educación del futuro, para así crear un mundo de paz, educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación que enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. La comprensión humana sobrepasa la explicación, esta es suficiente para la comprensión intelectual u objetiva de las cosas anónimas o materiales sin embargo es insuficiente para la comprensión humana.
La séptima y última llave es la de la ética del género humano, se encuentra ubicada debajo del sexto saber, a su derecha se desprende otra llave, la cual enmarca las ideas principales, primeramente aplicado a la condición humana, donde se le debe dar valor a nosotros como individuos, a la sociedad y a la especie como tal. La educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal. Con esto se crea una antropoética conlleva, la esperanza de lograr la humanidad como conciencia y ciudadanía planetaria. En conclusión, los siete saberes, nos muestran conocimientos que en la actualidad el ser humano no posee debido a la falta de importancia de los mismos, estos se basan en un propósito ético y político para el planeta. Este es el paso para que la educación comience a emplear no la hominización sino la humanización.
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